miércoles, 10 de julio de 2013

Gankutsuō, el misterioso conde ha llegado a Paris...

Un problema que se ha hecho cada vez más común en los medios de entretenimiento, especialmente en esta época de fácil acceso a la información, es la perdida de la sorpresa. No importa que tan bueno sea el giro o la sorpresa preparada en una película, serie o videojuego porque a los 15 minutos de haberse estrenado el secreto ya está siendo discutido por todo el universo en línea, forzando a los que todavía no disfrutan la obra a explorar con miedo el internet esperando que alguien no haga un chiste sobre el capítulo de Game of Thrones que todavía no han visto porque van por la segunda temporada. El punto es que la parte de la funcionalidad de una serie que depende del factor sorpresa realmente falla cuando uno ya sabe aunque sea partes de la historia. Esto explica parte de mi problema con la serie Gankutsuou: El Conde Monte Cristo, basada en la novela del mismo nombre, cuyo efecto depende mucho en el desconocimiento que tenga uno sobre la historia ya que la narrativa de la serie funciona develando pistas que construyen un rompecabezas que una vez armados nos ayuda a entender mejor a sus personajes y su papel en la historia. El problema es que la historia de El Conde de Monter Cristo es tan conocida incluso para los que no han leído el libro (En los que me incluyo) que probablemente un gran número de personas sabe los giros y hechos de la trama antes de que ocurran. Pero para ser justos con la serie, una buena obra no se debe juzgar solo tomando en cuenta los giros que mas sorprendan, sino que hay otros aspectos que la pueden hacer funcionar. El sexto sentido es una buena película aun cuando la vuelves a ver ya consciente del giro argumental. Entonces ¿Gankutsuou funciona bien como una serie en si misma más allá de como una adaptación de una famosa historia? Me atrevo a decir que sí.
En la historia tenemos a Albert, hijo de aristócratas cuya vida cambia radicalmente tanto a un nivel emocional como situacional desde el momento en que conoce al misterioso Conde Monte Cristo, quien puede ser más de lo que deja ver. Uno podría suponer de ese pequeño resumen de la premisa que la serie suena más a una telenovela que a una serie de anime y curiosamente así se siente la serie. El arquetipo de los personajes y sus respectivos roles en la historia eran muy similares a una telenovela, al punto que hay mas enfoque en los romances que en misterios de la trama, y los romances en si no son particularmente interesantes desde un punto de vista dramático, no es como algún conflicto personal de trabajar como pareja para superar problemas en la relación, solo simples enamoramientos que luchan contra las adversidades de su sociedad, algo como el estilo cursi de Titanic. Incluso la parte de misterios y conspiraciones tiene más que ver con amores perdidos y las consecuencias de los pecados pasados, esto es, como ya he repetido, esencialmente una telenovela solo que en un ambiente futurista. Y hablando del ambiente futurista, este se siente extraño y fuera de lugar en algunas ocasiones, obviamente como la novela tomaba lugar en la antigua Francia, es comprensible que quieran adaptar la sociedad de ese tiempo a un escenario de ciencia ficción, y para su crédito, lo hacen muchas veces, hay un buen uso del viaje en el espacio, las peleas con armadura y espada se hacen con alta tecnología pero otras partes se sienten bizarras, como ver autos de miles de años en el futuro impulsado por caballos o ejecuciones llevadas a cabo con guillotinas. Y yo sé que es el futuro y la ropa debe ser distinta pero es extraño ver a todos los personajes vestidos como si asistieran a una mezcla de carnaval brasileño y marcha del orgullo gay; y no ayuda mucho la animación que no es mala y se nota que tomo mucho esfuerzo, ingenio y mezcla de distintos elementos pero estos no siempre cuadran, pueden resultar visualmente poco atrayentes, a diferencia de algo como Madoka Magica que mezcla diferentes estilos pero no se siente ninguno fuera de lugar. Probablemente la peor falla es el uso de CGI que no se ve del todo bien, incluso para el momento en que se hizo la serie. Pero aun así, la animación es original y no es visualmente desagradable, probablemente el único problema mayor son los diseños de los personajes que es sorprendentemente genérico, aun cuando sus ropas son extravagantes cuanto menos, sus diseños de rostro de por si no son muy distintivos con la excepción del Conde que tiene un diseño muy genial.
Ahora, con el párrafo anterior uno pensaría que soy muy duro con esta serie y aunque como reseñador encuentro adecuado tomar en cuenta los numerosos defectos de una obra, algo que he aprendido es que las fallas son irrelevantes si la obra te logro cautivar emocionalmente y la verdad es que esta serie logro eso. Es decir, a pesar de mis quejas en la animación y diseño debo decir que el tono de la serie es estupendo y en sus mayores puntos emocionales sabe presentarse con una gran cinematografía y edición que sumerge, incluso la animación digital no molesta con unas escenas de acción muy bien ejecutadas. Mención especial requiere la banda sonora que es excelente y que es el punto fuerte de la serie por comunicar perfectamente las emociones de la situación. Y esta conexión es importante porque el momento en el cual la obra te cautiva con sus aventuras de pasión, queda en claro el punto de la obra. Existen conceptos interesantes y muy bien presentados, como la idea de que el amor joven, aunque idealista está más cerca de la verdadera felicidad que los ideales que nacen de la avaricia, el rencor y la prepotencia; aun cuando creemos que desde un punto de vista frio y calculador, debemos ser crueles y despiadados para sobrevivir, la verdad es que la verdadera forma de vivir es con amor, amistad y honor. Y con esto no quiero decir que la serie sea todo sonrisas, hay momentos tristes y duros en temáticas en el transcurso de la serie pero sirven para mostrar lo agrio de vivir en un mundo construido en mentiras y secretos para evadir nuestra debilidad por pensar que la libertad está en no cumplir el castigo, cuando en realidad está en no cometer el crimen. Y todo esto mostrado en una historia que no pierde la tensión y la emoción mientras se muestran cada vez mas aspectos de esta red de mentiras en la alta sociedad, las historias de venganza desarrollándose en ellas y el origen pecaminoso de todas las horribles consecuencias que viven estos personajes. Pero siempre con un poco de esperanza dejadas por el amor y el honor naciente en los personajes. Tal vez algunos piensen que eso no basta y que soy fácil de complacer y debo admitir que hay momentos que pasan la línea de lo romántico y pasan a los ridículo, como en el penúltimo capítulo pero cuando el nivel de sentimiento llega a un punto que al final de la serie estaba con el corazón acelerado por saber que pasaba con las tramas sentimentales, entonces tengo que decir que vi una obra maestra. Mi puntuación final:




2 comentarios:

  1. A mí me gustó mucho esta serie, el cambio de perspectiva le da un toque original a la historia

    Ojala el aburrido anime de Romeo y Julieta hubiese sido igual de interesante...

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