El estilo
de Don Hertzfeldt es único, mientras otros buscan atrapar la audiencia con una
trama lineal, Hertzfeldt no está interesado en crear una sola historia, sino
que piensa en un grupo de escenas, de ideas y juega con ellas poniéndolas
juntas para crear una reacción emocional, no como un escritor sino más bien
como un niño divirtiéndose con sus juguetes y no queriendo dejar a ninguno
fuera del juego. Pero el problema de este acercamiento para crear una obra de
arte, es que la misma puede parecer más un conjunto de partes que un todo.
Por suerte,
Hertzfeldt es un genio en crear una narrativa que una todas sus escenas y las
lleve a un punto. Ya sea la idea de un animador que no consigue trabajo en
publicidad para unir todas sus ideas bizarras y surreales en Rejected o
la historia de un hombre luchando contra una enfermedad mental como motivo para
mostrar las obsesiones y absurdos del día a día en la saga que conforma el
mediometraje It's such a Beautiful Day.
Y una vez
más el artista demuestra su talento, con World of Tomorrow, entrando al
mundo de la ciencia ficción, lo cual da una excusa para crear pequeñas viñetas
a veces graciosas y a veces trágicas sobre la condición humana y su
desaparición a medida que avance la tecnología. Encima de todas estas brillantes
ideas, cada una totalmente original, está el apartado visual, dónde Hertzfeldt
experimenta mas con la animación por computadora pero sin dejar su estilo visual atrapante y minimalista, con
gran uso de la oscuridad para mostrar la inmensidad del universo acompañado de música
de orquesta que te coloca en el estado hipnótico para el cual nació el cine.
Pero ¿Cual
es la narrativa que usa el director esta vez para unirlo todo? La de una mujer
viajando al pasado para encontrarse a sí misma, a su infancia. Una brillante metáfora
que encuentra un profundo drama humano, tanto universal debido a cómo la humanidad
pierde su empatía a medida que se aísla cada vez más en la tecnología, así como
personal ya que todos en cierta forma somos como los personajes del futuro: volviéndonos
mas cínicos en nuestra adultez, buscando ese tesoro perdido en nuestra infancia
que llamamos nostalgia.
Brillante, poética,
absurda y graciosa, me tomó varias veces entenderla del todo, pero es que
filmes como estos, aunque sea un corto, te enriquecen cada vez que los experimentas.
Solo espero que ningún ser del futuro me robe el recuerdo de este corto de mi
memoria.
Coincidimos en todo, Elisaul, es una chulada. Abrazo.
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