Film Crit Hulk, uno de los mejores críticos
de cine en línea actualmente (Es en serio, un sujeto que oculta su identidad
tras una imagen del Increíble Hulk es uno de los mejores críticos que he leído,
si sabes inglés, tienes que leerlo... YA) dijo en su cuenta de twitter que
entre Lincoln y Bridge of Spies, Steven Spielberg parece estar en
la etapa Frank Capra de su carrera. Me frustra mi falta de talento al
redactar cuando veo a alguien que pone en tan pocas palabras un resumen tan
simple y tan perfecto de porque este filme funciona.
Porque este filme realmente evoca ese
sentido de justicia y de la lucha del bien contra el mal, aun (y tal vez
especialmente) cuando el mal es mucho más grande y monstruoso que el bien,
representado por unas pocas personas buenas en el mundo confuso en que vivimos,
algo que Capra hacía de manera excelente en obra como Mr. Deeds goes to town
o It's a wonderful life.
Este tema siempre ha fascinado a
Spielberg, el del hombre pequeño representando el bien luchando contra un mal
mucho mayor, ya sea un tiburón, o una institución buscando secuestrar a un alienígena
o la máxima expresión de la maldad humana representada por el nazismo durante
la Segunda Guerra Mundial. Y ahora con esta gran obra de un hombre
tratando de hacer lo correcto en medio de la moralmente confusa época de la
guerra fría, lo vuelve a hacer; y cabe destacar que soy un obsesivo con la
historia, así que ver referencias a eventos y lugares de la guerra fría
realmente activa mi parte fanática que me hace prestar atención.
El guión de Matt Charman, aunque confunde
a veces con la información, guía toda la historia con gran peso emocional
acompañado de grandes diálogos aportados por los hermanos Coen (Que hay que
recordar no solo son genios de jugar con las expectativas, sino que son capaces
de contribuir de manera magistral en una historia más lineal como esta) que nos
deja admirando el compromiso moral del personaje protagonista, haciéndolo una
historia perfecta para Spielberg que una vez más, no evita el sentimentalismo
fingiendo como muchos artistas con menos experiencia algún tipo de
intelectualismo que creen ganar por falta de emoción. No, aquí los escenarios
son extravagantes, la iluminación y ángulos de cámara claros y eficaces y la música
tan emocional como nos tiene acostumbrados, con excelentes actuaciones encima
de todo.
Hay quienes creen que este director
debería aprender a ser más sutil, yo creo que mas artistas deberían aprender
cómo el lleva las emociones tan lejos y aun así crea un filme efectivo, es como
ver un cantante llegando a su nota más alta sin desafinar y yo por mi parte,
aplaudo al maestro.
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